lunes, 16 de noviembre de 2015

LA LIBERTAD ES CADA VEZ MÁS CARA. LA SALUD Y LA EDUCACIÓN NI TE CUENTO



Desde hace cientos de años en España se trabaja por el pan de la libertad. Los primeros obreros de la última Constitución con el primer salario de hace cuarenta años cantaban por la libertad del pueblo. Fueron tiempos de educación, salud y trabajo para todos.
Hoy el precio de ejercer la libertad es muchísimo más caro. No se puede pedir, nadie te la puede regalar, la libertad se ejerce en cada sujeto hablante. La salud se produce con trabajo y la educación es grupal e interminable.
Tal vez, por eso, siga leyendo poesía y trabajando ininterrumpidamente desde que hace 30 años al licenciarme, en la facultad de medicina, comprendí que sólo con los conocimientos universitarios era imposible amar, leer y trabajar en libertad.
Y elegí para dispensar la mejor salud mental en la población, estudiar las principales disciplinas con las que se trabaja en la sanidad pública y en la privada. Y es  tan costoso como gratificante adquirir el goce de esa formación exquisitamente humana.
La libertad necesaria para escuchar al paciente angustiado, nervioso, deprimido o enamorado que acude a consulta, esa libertad para dispensar el tratamiento pertinente se construye, sólo, con los instrumentos científicos precisos.
Cada día más los gobernantes, con ideología fanática y absolutista, dificultan el trabajo educativo y el futuro sanitario de los profesionales. Con ello la libertad para trabajar éticamente se acorrala, se chantajea y se desprecia.
No nos moverán!!!
No dejaremos de amar, trabajar y escribir.
Los profesionales de la salud mental en España, los Psicoanalistas del Grupo Cero, seguiremos estudiando e investigando para dispensar en nuestras consultas el mejor tratamiento para la numerosa población que lo precisa.


Dr. Carlos Fernández del Ganso

viernes, 30 de octubre de 2015

LOS MALOS PENSAMIENTOS


LOS MALOS PENSAMIENTOS

Los hechos, en psicoanálisis, sólo existen después de ser interpretados. El sueño soñado, no sabemos de que trata. Sólo después de interpretado adquiere un sentido, pero no se interpreta el sueño soñado, sino el sueño contado por el soñante. Una cosa es lo que pasó y otra diferente lo que cuento de lo que pasó. El psicoanálisis no pide pruebas, le permite al sujeto hablar y ahí se armará una historia singular, que en todos los casos, es inconsciente. El inconsciente es el gran aliado del sujeto, le avisa de sus deseos, le señala sus virtudes y talento. El “yo” del sujeto es el que pone obstáculos, deformando la información, prejuzgando las relaciones, aniquilando el crecimiento.
Psicoanalizarse, no es ni bueno ni malo, es la única manera de producir salud psíquica. Si nos preguntáramos ¿se puede vivir sin salud psíquica, sin inconsciente? Si, se puede vivir con la salud de la especie, con la salud animal interesada únicamente en la reproducción y mantenimiento de la propia especie. A la especie no le interesa lo más mínimo el sujeto, la humanidad, por eso se reproduce en lugares donde no hay agua ni alimentos, cruza océanos en balsas mortuorias, impone hijos donde no hay medicinas ni esperanza de vida humana. A la especie le interesa el ganado. El hombre está interesado en lo humano.
No es cierto que los neuróticos obsesivos, que en nuestros días sufren la presión de una supermoral, no se defiendan sino contra la realidad psíquica de las tentaciones y se castiguen tan sólo por impulsos no traducidos en actos. Tales tentaciones e impulsos entrañan una gran parte de la realidad histórica. Estos hombres no conocieron en su infancia sino malos impulsos, y en la medida en que sus recursos infantiles se lo permitieron, los tradujeron más de una vez en actos. Durante su infancia pasaron, en efecto, por un período de maldad, por una fase de perversión, preparatoria y anunciadora de la fase supermoral ulterior.
La analogía, que Freud descubre, entre el primitivo y el neurótico se nos muestra pues, mucho más profunda si admitimos que la realidad psíquica, cuya estructura conocemos, ha coincidido también al principio, en el primitivo, con la realidad concreta; esto es, si suponemos que los primitivos llevaron a cabo aquello que según todos los testimonios tenían intención de realizar.
Lo original siempre es texto. Las ciencias, toda disciplina científica es desde la escritura donde adquiere su base material. Los libros siempre tienen destinatario. La mentira siempre es verídica, siempre señala una verdad que la sostiene. La verdad puede no ser cierta. Por ejemplo: no hay, como se dice, “un niño en cada uno”; hay sexualidad infantil, y esto, se puede analizar en el adulto, no en el niño. Nada hay psíquico en el hombre hasta la instalación del complejo de castración, cuyo nódulo es el complejo de Edipo. Y la sexualidad es después de la metamorfosis de la pubertad, antes son leyendas del niño que ignora la existencia del coito y del órgano femenino. La sexualidad humana está constituida en dos tiempos separados por una fase de latencia.
Sin embargo, no debemos dejarnos influir con exceso en nuestros juicios sobre los primitivos por la analogía con los neuróticos. Es preciso tener también en cuenta las diferencias reales. Cierto es que ni el salvaje ni el neurótico conocen aquella precisa y decidida separación que establecemos entre el pensamiento y la acción. En el neurótico, la acción se halla completamente inhibida y reemplazada totalmente por la idea. Por el contrario, el primitivo no conoce trabas a la acción. Sus ideas se transforman inmediatamente en actos. Pudiera incluso decirse que la acción reemplaza en él a la idea. Así, pues, sin pretender cerrar aquí con una conclusión definitiva y cierta, podemos arriesgar la proposición: “en el principio era la acción”.
Todos los humanos somos hablantes, somos pensados desde una estructura y la ambivalencia afectiva que se construye, inevitablemente, en el proceso de indefensión infantil, genera conflictos, cuestiones en el adulto que dan cuenta de aquellos deseos indestructibles e incestuosos que son inconscientes, de modo tal que si aparecen en la realidad cotidiana, muestran un conflicto, una problemática humana con respecto a querer saber demasiado ¿Qué es un padre? En la neurosis. Querer ver lo que no se puede representar en la perversión, valorizando con ello la imagen y haciendo de los objetos un monumento. Y en la psicosis querer saber qué es el cuerpo, cómo se goza del cuerpo, cuestiones con la voluptuosidad del goce corporal.
Somos semejantes y diferentes. La diferencia no es la desigualdad. Todos procedemos de padre y madre. Todos elaboramos de manera singular lo ya heredado.


Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico- Psicoanalista
Teléfono: 918830213 – 676242844


viernes, 16 de octubre de 2015

CELOS Y ENVIDIA


LOS CELOS Y LA ENVIDIA


Reconocer que se pueden “sentir” celos, habla de la implicación del sujeto en lo que le pasa, dice de un grado de salud, más difícil aún es reconocer que uno se siente envidioso. Y ambos: celos y envidia son vertientes de cuestiones sociales por un lado y psíquicas por otro. Posibles de ser analizadas.
El celoso es más social que el envidioso, ya que el celoso, se siente excluido de una escena en la que le gustaría participar. El celoso, desea lo que otro está mirando, desea un deseo de otro; mientras que el envidioso, no desea lo que el otro consiguió, sino que solo quiere romperlo. El envidioso no quiere el coche del vecino, solo rayarlo.
El celoso reconoce la existencia de otro semejante con el que algo quiere, el envidioso quiere que el otro no tenga. En los celos siempre hay tres personajes como mínimo, en la envidia sólo hay uno (por ello es más primitiva y anterior que los celos)
Los celos y la envidia, señalan la doble carencia constitutiva del sujeto, esa imperfección que lo constituye como humano por nacer de padre y madre, seres sexuados (es decir celulares) por ende mortales como él, con lo cual también morirá.
Y llegar a la vida (cuando ya había vida para otros) es decir nacer anticipado por algo que permitió no solo que naciera y creciera, también apropiarme de lo que otros humanos antes de “uno” hicieron, llegar a la vida y aceptar ser un privilegiado que puede heredar no es fácil de aceptar. Los abogados lo ven en las dificultades que existen para resolver muchas herencias.
Dice el refrán “de bien nacidos es ser agradecidos”. Me puedo beneficiar de lo que trabajaron otros que sin conocerme construyeron: calles, universidades, puentes, teléfonos, objetos libros… que permiten un mejor aterrizaje en la vida.
Los especialistas sabemos que hay cierta tendencia social a reprimir la sexualidad en aras de aumentar la producción social de preservar la estructura monogámica de la familia nuclear, cuyo origen se fundamente en el pasaje del feudalismo al capitalismo. Con el pasaje del trabajo artesanal al asalariado, la máquina permitió la obtención de la plusvalía y en consecuencia la posibilidad de acumular capital. Y la acumulación sin distribución adecuada siempre trae problemas.
El gran problema de los celos, no es “sentirlos” sino pensar que se pueden “tener”, es decir que se puede tener al “otro”, al semejante, al cónyuge, al compañero. Y conviene saber que lo que despierta los celos, no son las personas, son frases, son palabras pronunciadas que señalan lugares de los cuales nos sentimos excluidos y en los que nos gustaría participar.
Todo conocimiento humano tiene su frente en la dialéctica de los celos, es decir se constituye el yo del sujeto a la vez que el otro semejante. Mientras va descubriendo su propio cuerpo, la imagen del otro le anticipa. De modo que decimos que los humanos nacemos perdiendo doblemente: frente a las imágenes y frente a las palabras. Cuando crecemos iremos construyendo con el lenguaje, a través de las palabras, nuestras propia imágenes, que son en todos los casos lo privado.
La familia monogámica se constituye para establecer las leyes de la herencia de bienes materiales, pero hay cuestiones que no controla el sexo, por ejemplo el dinero tiene sus propias leyes, de modo que cuando es el dinero el que dice como debe ser gastado, es decir pone su nombre y apellidos a las cosas (por ejemplo veinte euros para libros), hablamos del dinero como equivalente general (donde con dinero se puede comprar hasta dinero) pero a veces el sujeto no acepta las leyes del dinero y quiere manejarlo él, como “cree” manejar otras cuestiones de su vida, ahí suele ocurrir que maneja el dinero como equivalente simbólico, es decir como lo que alguna vez hizo en la fase anal, de su constitución psíquica, con la caca: retenerla, acumularla, expulsarla, regalarla. La envidia se cura con trabajo y admirando en el otro sus logros. Los celos son deseos a los que puedo poner palabras, y entonces se transforman en otra cosa.


Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico- Psicoanalista

Teléfono: 918830213 – 676242844

lunes, 15 de junio de 2015

TERAPIA DE PAREJA


(y 3)
EL DESEO DE VIVIR PRODUCE LA VIDA.

Del mismo modo, podemos decir que sin deseo, acontece la muerte, cuando el sujeto deja de desear (motor de la vida) enferma y si se mantiene en esa actitud puede morir, explicación para algunas dolencias como la Depresión, de la que algunos pacientes se curan y otros vuelven a recaer periódicamente, por no aceptar la doble carencia constitutiva y estructural humana (nacer de humanos y ser mortales).
Cuando se suspende el deseo, viene la muerte lo que no quiere decir que si se desea viene la felicidad, lo que adviene, si se produce es el goce. Goce que hace que todo sea distinto: lo que parecía negro, sea gris y lo monotemático tenga color.
En cuanto al sufrimiento, al dolor del sujeto, como siempre está incluido en lo que pasa, decimos que en el sufrir siempre está implicado el sujeto de alguna manera. Es frecuente observar en consulta que el paciente se decepciona cuando lo que consigue, (aunque sea importante) no coincide con lo que desea previamente. Pudiendo incluso producirse una melancólica (grave enfermedad). La decepción es el desencuentro con esa tendencia a la completad y perfección del sujeto. La media naranja no existe.


Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico- Psicoanalista

Teléfono: 918830213 – 676242844

viernes, 12 de junio de 2015

TERAPIA DE PAREJA

(2)
QUIEN TIENE LÍMITES, EXISTE.

De modo que la tendencia exclusiva al placer inmediato, es una alucinación (una fantasía) que no produce efectos sociales. El sujeto psíquico lo es si a su vez es sujeto social. Son los productos, los efectos producidos en la realidad, los que dan cuenta del sujeto. Sigmund Freud, escribió que un sujeto sano es aquel capaz de amar y trabajar.
Entonces una cuestión es la felicidad, como argucia del sistema capitalista, el placer sin temporalidad necesaria del proceso de trabajo y otra muy distinta es el goce, producto del deseo y del trabajo.
“Lo instintivo” es del orden de lo animal, de lo primario, esa tendencia a un estado de Nirvana, esa ilusión de haber conseguido, haber llegado, ya de poseer, lo que ignora y niega lo mortal, finito y caduco del sujeto. Sin embargo “lo pulsional” incluye no sólo al principio de placer, sino también el principio de realidad, de modo que como el deseo no tiene objeto, como le sirve cualquier objeto, le permite al sujeto seguir deseando, seguir buscando, seguir viviendo.

(continuará)

Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico- Psicoanalista
Teléfono: 918830213 – 676242844


lunes, 8 de junio de 2015

TERAPIA DE PAREJA


(1)

EL PLACER, EL GOCE Y EL SUFRIMIENTO


Todas las parejas son singulares e impares, por eso es que posible la mejoría desde la primera entrevista.
La felicidad es una argucia del sistema capitalista, el goce es una posibilidad del trabajo humano y en el sufrimiento siempre está implicado el sujeto. Nos dice el Dr. Miguel Oscar Menassa: “Ninguna sexualidad es mala o buena, es lo que se dice de ella”. Y poder hablar de uno mismo, en psicoanálisis, permite poder discernir: sueño, fantasía y realidad que actúan en toda impotencia, frigidez, problemas de pareja e inhibiciones.
Escribió el poeta cubano José Martí: “La felicidad sólo puede encontrarse en el camino del trabajo”. Quiere decir que sólo después se produce el deseo, lo humano por excelencia, ya que desear, deseamos todos lo mismo. ¿Y en qué nos diferenciamos? En las distintas maneras de renuncia, de postergación, de trabajo para conseguir lo deseado. En el sujeto psíquico hay una ley, un principio, el Principio de Placer, que le impone al sujeto, la tendencia a conseguir lo que fantasea del orden de la necesidad (sin realizar trabajo alguno) es una tendencia a lo inanimado, a un estado de tensión cero, a evitar cualquier displacer o cualquier aplazamiento que la vida, la realidad le imponga.
Si solo existiera este principio, el sujeto alucinaría comer y esperaría, sin mediar actividad humana alguna, que se realizara “lo deseado”. Afortunadamente el aparato psíquico, le impone al sujeto,  para su correcto funcionamiento el Principio de Realidad, una instancia que señala los límites, la ley humana que trabaja para que se pueda producir el deseo. Es decir no hay deseo de estudiar, de trabajar; sino que es estudiando, trabajando que se produce el deseo por leer, por trabajar.

(continuará)

Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico- Psicoanalista

Teléfono: 918830213 – 676242844

viernes, 29 de mayo de 2015

EL SURREALISMO

( y 3)

FUNDAMENTACIÓN HISTÓRICO SOCIAL (lo que amo)
Si hablamos de Técnicas Surrealistas tenemos que citar: la imaginación, la imagen onírica, el automatismo, la revelación o iluminación, el azar del cadáver exquisito y el humor presente siempre en toda poesía surrealista.
Recordemos a Baudelaire: “la imaginación es la más científica de las facultades, porque sólo ella comprende la analogía universal”, pues bien el poeta surrealista utiliza la imaginación de un modo peculiar, eliminando cada traba racional, recurriendo para ello al automatismo y al material de los sueños en estados crepusculares y mediúmnicos delirantes. Si le preguntamos a Rimbaud exclamaría: “el poeta se hace vidente mediante un largo, inmenso y razonado desorden de todos los sentidos”
Mediante la imaginación el poeta crea un lenguaje en el que la imagen es el elemento fundamental. La imagen para el surrealista tiene características especiales que Reverdy enuncia así: “La imagen es una creación pura del espíritu. No puede nacer de una comparación sino de un acercamiento de dos realidades más o menos alejadas” Breton lo parafrasea diciendo: “Cuanto más lejanas estén dos realidades que se ponen en contacto, más fuerte será la imagen, tendrá más potencia emotiva y realidad poética”
Hemos de advertir que los surrealistas consideran la imagen de forma arbitraria y con grandes dosis de contradicción, de donde algunos desprendieron el uso fácil y automático de una receta, proporcionada por las “aproximaciones insólitas”, desconociendo que el lenguaje es previo y formador de toda y cada una de las imágenes posibles de ser representadas en su puesta en escena por la metáfora y la metonimia.  
Es de señalar en el movimiento surrealista, grandes avances, que permiten vislumbrar errores por pretender aplicar la técnica psicoanalítica, en lugar de implicarse en la experiencia del método psicoanalítico. Así podemos hablar del automatismo, centro y clave de la técnica surrealista.
El automatismo lo quisieron equipar con la asociación libre de la que habló Freud, atribuyéndole la función de abrir las puertas de lo inconsciente para permitir su expresión directa, sin la censura de la razón. De tal manera que constituía el material, un paisaje total de esas zonas profundas del espíritu. En este sentido el automatismo lo podemos equiparar a la inspiración de la que ya hablaron los antiguos románticos.
El mecanismo de creación automática fue utilizado por primera vez por Breton y Soupault en una serie de textos publicados en la revista “Litérature” en 1919 y unos años después en el libro “Campos Magnéticos”, Louis Aragon en su texto “Tratado de estilo” nos avisa con respecto al carácter  de revelación del automatismo con sencilla contundencia: “si escribís, siguiendo un método surrealista, tristes imbecilidades, serán, sin atenuantes, tristes imbecilidades”
El surrealismo supone la inspiración, exalta las fuerzas totales del espíritu, la imaginación se libera mediante el automatismo, logrando la imagen pura, vital, la imagen auténticamente poética. Pero junto con Aragon repetimos: “el vicio llamado surrealismo consiste en el uso apasionado e inmoderado del estupefaciente imagen”
El sueño representa para los surrealistas un contacto con ese mundo profundo del espíritu cuyo contenido exploran a través del automatismo y las imágenes oníricas interesan por la plasticidad y ser portadoras de una energía creadora en su forma no deformada. Vemos que parten del contenido manifiesto del sueño soñado, y no de la asociación libre del sueño contado.
Algo que merece estudio aparte es: la investigación de las imágenes oníricas por los pintores y cineastas que se mantuvieron cercanos al movimiento surrealista, como verdaderos hijos del psicoanálisis, teniendo en Dali y Buñuel los antecedentes de la pintura y el cine que por ejemplo produce años después Menassa.
Otros de los elementos de la técnica surrealista es el azar y en el terreno de la poesía nada pone más en evidencia la importancia del azar que el juego surrealista denominado “cadáver exquisito”.
El humor como protesta contra el orden establecido, estamos hablando de 1925, se manifiesta para huir del confort intelectual. Afirma Breton. “ De todos los valores, el humor es el que revela un ascenso constante” siendo sin lugar a dudas, la característica más específica de la sensibilidad moderna. No hay texto poético auténticamente surrealista que no lo contenga.
La exposición realizada hasta aquí no tiene sentido alguno si desconocemos el poema Licantropía Contemporánea de Louis Aragon, como la fundamentación histórico social del presente trabajo.

Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico-Psicoanalista
Teléfono: 676242844


viernes, 22 de mayo de 2015

EL SURREALISMO

(2)

FUNDAMENTACIÓN EMOCIONAL (lo que me impresiona)

Los historiadores ubican los antecedentes en el movimiento dadaísta, del cual forman parte casi todos los surrealistas en sus inicios. Diferentes lecturas poéticas nos animan a pensar el tiempo lógico, como un aprés coup, en los antecedentes citados por los historiadores. Un tiempo histórico que no es lineal ni cronológico ni continúo, sino un tiempo donde hay ruptura, salto, discontinuidad y recurrencia.
En 1922 llama la atención en Francia un grupo de artistas, militantes de un nuevo movimiento, al que designan Surrealismo. Estos jóvenes surgen en el clima de los movimientos de vanguardia que a principios del siglo XX conmovieron los principios estéticos en Francia los cubistas, en Alemania el expresionismo y en Italia el futurismo. Para abrir la cuestión y no olvidar ni perdonar, debemos rescatar de finales del siglo XIX y principios del XX, la escritura que viene de latino América y la que germina en España, nos referimos por ejemplo al chileno Vicente Huidobro que deja su impronta en la metáfora de 1917 publicando en francés “Horizon Carré”, o la edición el año 1909 en Madrid de “Los Cantos de Maldoror” de Lautréamont que, aún tratándose de un escritor francés, había nacido en Montevideo y se educó en castellano, o en 1918 la articulación significante en Madrid de artistas como Larrea, García Lorca y Buñuel en la Residencia de Estudiantes, centro creado por la Institución Libre de Enseñanza, o Juan Ramón Jiménez o para dar cuenta de la verdadera historia de los pueblos, la poesía del universal nicaragüense Rubén Darío padre de tantos poetas.
Lejos de fanatismos, en el Primer Manifiesto Breton afirma: “buen número de poetas podrían pasar por surrealistas, comenzando por Dante y en su buenos momentos Shakespeare, Sade es surrealista en el sadismo, Poe es surrealista en la aventura, Saint-Jhon Perse es surrealista a la distancia, Baudelaire es surrealista en la moral….
Estamos haciendo historia dijo Lenin; si, si la dejamos por escrito respondió Trotsky. Merito de los surrealistas formalizar por escrito lo que la teoría del valor y la teoría del inconsciente le permite al sujeto. Es decir, el Marxismo y el Psicoanálisis, le permiten tener una visión sobre sí y eso no sucede en ningún otro lugar que en la base material que ofrece la sociedad capitalista en el proceso de socialización universal y sus errores, que deben ser reconocidos para la transformación del practicante.
Otro ejemplo es la Residencia de Estudiantes (Madrid 1918), centro anexo a la Universidad que había creado la Institución Libre de Enseñanza según el modelo de los célebres “colleges” de Oxford. En la Residencia se aunaron personajes como Federico García Lorca, Salvador Dalí y Luís Buñuel entre otros. Un dato de la voracidad investigadora de la que España se hizo eco en la época, fue que la primera traducción de las obras completas de Sigmund Freud (sin el cual no hubiera existido el surrealismo) hasta la fecha de 1920, se hizo en castellano, en la memorable edición de Biblioteca Nueva en Madrid. Previamente en 1895 apareció traducido al castellano un artículo de Freud en el Colegio de Médicos de Granada.
Buñuel y Dali son dos creadores representativos, aplicando las teorías freudianas al cine y la pintura. Después vinieron el teatro, la danza, la música y los guiñoles.
El pintor Salvador Dalí merece un breve comentario sobre cómo empezó a pintar en contra de la ideología familiar y académica que le instaba a estudiar técnicas, mientras Salvador Dalí apostó por la teoría psicoanalítica y el método científico que de ella se desprende. Dalí lleva unos escritos a Sigmund Freud pidiéndole asesoramiento y éste le recomendó, de manera precisa, que siguiera pintando. Segunda escena en la obra del pintor que abrocha una primera escena en la que Dalí pinta un retrato al óleo de su padre (notario que le instaba a estudiar leyes en lugar de pintar). Después de presenciar el cuadro Salvador consigue la autorización paterna para que su pincelada continuase su destino en la historia del arte.
Volviendo sobre la bibliografía y antologías del Surrealismo visitadas, nos llama la atención que cuando se refieren al colectivo de surrealistas, no se dice “Grupo”. Podemos leer en el Segundo Manifiesto: “Una asociación de hombres como la que permitió la edificación del surrealismo, no deja de obedecer a ciertas leyes de fluctuación que justifican muy humanamente  la incapacidad de una firme decisión desde el interior”
En realidad el movimiento surrealista no es producto de un pensamiento grupal. El imaginario, la ideología y el deseo grupal son conceptos que fueron trabajados por el movimiento científico cultural Grupo Cero a partir de su Primer Manifiesto en 1961 y sus antecedentes están en la poesía y el psicoanálisis. Así conforman el frontispicio de sus publicaciones frases como: “Psicoanálisis y poesía es psicoanálisis” o “Si es posible el poema es posible la vida” En uno de sus manifiestos el Grupo Cero plantea: ¿el psicoanálisis es acaso en sí mismo una ciencia nueva, es decir una ciencia de un objeto nuevo: el inconsciente o bien es simplemente una irrupción (sobrecogedora) en una teoría del sujeto, que de nacer, nació con el marxismo?
Por lo que podemos pensar un tiempo lógico que presenta un instante de ver en la poesía de finales del siglo XIX y principios del XX en el Sur de América y el Sur de Europa, si en el Sur de Surrealismo; instante de ver el tiempo de comprender que podemos llamar Surrealismo y, el momento de concluir el tiempo de comprender el instante de ver, la poesía lo ubica la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI en el Grupo Cero. El sur anuda los puntos cardinales del tiempo humano por excelencia, tiempo otro del cronológico, lineal, evolutivo y espacial, otro tiempo que se puede escuchar en la conversación que los poemas mantienen entre sí.
Los surrealistas, emprendieron su lucha contra la moral absurda, producto de una religión petrificada en dogmas, que tiende a desvalorizar al hombre y lo que hay en él de específicamente humano, en nombre de mitos extrahumanos; de ahí el interés que demostraron muchos de ellos por las religiones orientales, de esencia antropocéntrica, tales como el budismo (sobre todo el zen, en oposición a las religiones teocéntricas occidentales) y también por las concepciones ocultistas que aceptan un sentido mágico en las relaciones entre el hombre y el cosmos.
El concepto grupal produce otro tiempo, diferente del cronológico, es el tiempo recurrencial que se construye en la máquina grupal.
Todo lo que el surrealismo piensa del arte se resume en su concepción de la omnipotencia de la poesía. La libertad y el amor son capitales para ellos, así dice Breton: “La palabra libertad es lo único que todavía me exalta y el amor es la pasión que exalta todos los mecanismos de la vida, aquella en que la función de vivir adquiere todo su sentido, viendo en ello una unión de lo físico y lo metafísico. De modo que no hay amor sin libertad ni libertad sin amor”.
Una de las mejores aportaciones del surrealismo radica en que la poesía no sólo se convierte en mecanismo de liberación sino que resulta método de conocimiento, basándose en la creencia de que los poderes del espíritu pueden ir más allá del mundo de lo aparente.
Ser poeta surrealista consiste, así lo explica Breton en el Primer Manifiesto, en “eliminar el control de la razón” y, en abrir la puerta-trampa de este sótano profundo que constituye la morada fundamental del espíritu. Navegar por lo desconocido hace que la poesía surrealista tenga un peculiar carácter de aventura.
Elegimos un poema de Antonin Artaud “los enfermos y los médicos” para la fundamentación emocional.

(Continuará)


Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico-Psicoanalista

Teléfono: 676242844

viernes, 15 de mayo de 2015

EL SURREALISMO


(1)

El punto de partida del presente estudio, sobre el Surrealismo, son las líneas maestras del programa de la Escuela de Poesía Grupo Cero:

FUNDAMENTACIÓN ARGUMENTAL (lo que entiendo)

El surrealismo es el “rayo invisible” que nos permitirá un día triunfar de nuestros adversarios. “No tiembles, adefesio”. Este verano las rosas son azules, la madera es vidrio, la tierra envuelta en su verdor me impresiona tan poco como un aparecido. Vivir y dejar de vivir son soluciones imaginarias. La existencia está en otra parte.
Son los últimos párrafos del Primer Manifiesto del Surrealismo. Rescatamos del pensamiento concreto para fundamentar argumentalmente: “La palabra surrealismo en el peculiar sentido que nosotros le damos, puesto que resulta evidente que esta palabra antes de nosotros no hubo conocido fortuna se define por: Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar tanto verbalmente como por escrito o de cualquier otro modo el funcionamiento real del pensamiento”
Desde los efectos, el surrealismo es un movimiento fundamentalmente poético cuya importancia en la cultura del siglo XX se admite como fundamental.
El surrealismo, así pregonan sus fundadores, es esencialmente revolucionario y aspira a transformar la vida y la condición del hombre. Se consideran fuera de la literatura y del arte, escribiendo: “El surrealismo no es una forma poética. Es un grito del espíritu que se vuelve hacia sí mismo decidido a pulverizar desesperadamente sus trabas” Esta declaración la firman en 1924 todos los componentes que en ese momento, por orden alfabético, son: Aragon, Artaud, Breton, Crewel, Desnos, Eluard, Leiris, Péret, Queneau y Soupalt. La única norma aceptada fue la libertad total, iniciándose un arte sin cánones.
Los propios firmantes reconocen que no se puede hablar de Surrealismo sin la ruptura que produce el Psicoanálisis en las ciencias y el arte. La novedad de este movimiento fue la creencia de que el arte no tiene función en sí, sino que es el modo de expresión de lo vital en el hombre, formando arte y vida una unidad.
Algunos estudios realizados clasifican, cronológicamente, un primer periodo que comienza el año 1924, con la publicación del Primer Manifiesto del Surrealismo en la revista “Révolution Surrealiste” y abarca hasta la publicación del Segundo Manifiesto en el número 12 y último de la revista, en 1930. Se habla de un tercer periodo durante la guerra, fuera de Francia, que está señalado especialmente por los “Prolegómenos a un  tercer manifiesto o no” en 1942.
Desde 1922 rodean a los poetas un número considerable de artistas que utilizan la técnica poética surrealista de la que hablaremos más adelante, dentro y fuera del movimiento, unos de modo transitorio y otros de forma permanente. Los estudiosos, tal vez en un intento más clasificatorio que en defensa de las diferencias, tienden a hablar de dos grandes grupos: a) poetas militantes del grupo surrealista y b) poetas de lenguaje surrealista.  
Otras clasificaciones dicen: a) Poetas del Automatismo, b) Poetas de la exaltación Lírica, c) Poetas del Humor, d) Poetas de lo Maravilloso, e) Poetas de lo Negro y f) Poetas Neorrománticos.
El surrealismo según Aldo Pellegrini “es la visión panorámica de un movimiento que intentó luchar en pro del hombre a secas, es decir por todo hombre individual y concreto; que ha tratado de mostrar (a veces con el heroico sacrificio de algunos de sus militantes) el camino de la verdadera naturaleza de ese hombre. Un movimiento que ha sabido denunciar a todos aquellos que en el pasado y en el presente han pretendido ampulosamente salvar a la humanidad, sacrificando el destino y las aspiraciones de ese hombre concreto.
Para esa lucha usó un arma cuyo verdadero poder todavía desconocemos: la poesía. La poesía cuyos dos componentes activos, la libertad y el amor, son los mismos que configuran la vida integral del hombre”.
El poema “Unión libre de André Breton  puede puntuar la fundamentación argumental del presente ensayo.

(continuará)

Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico-Psicoanalista

Teléfono: 676242844

viernes, 8 de mayo de 2015

PROBLEMAS FAMILIARES Y DE PAREJA


( y 3 )

Continuando con el texto íntegro del doctor Sigmund Freud, publicado hace cien años y de total vigencia:
“Poco después, cuando el niño llega a conocer las múltiples vinculaciones sexuales entre el padre y la madre, cuando comprende que pater Semper incertus est, mientras que la madres es certissima, la novela familiar experimente una restricción peculiar: se limita en adelante a exaltar al padre, pero ya no duda del origen materno, aceptándolo como algo inalterable. Esta segunda fase (sexual) de la novela familiar es sustentada asimismo por otra motivación que falta en la primera fase (asexual). Con el conocimiento de los procesos sexuales surge en el niño la tendencia a imaginarse situaciones y relaciones  eróticas, tendencia que es impulsada por el deseo de colocar a la madre – objeto de la más intensa curiosidad sexual – en situaciones de secreta infidelidad y de relaciones amorosas ocultas. De tal modo aquellas primeras fantasías, en cierto modo asexuales, se ponen a la altura de los nuevos conocimientos adquiridos.
Además, el tema de la venganza y de la ley del talión, que en la fase anterior ocupaba el primer plano, reaparece también aquí. Por regla general, estos niños neuróticos son precisamente aquellos que fueron castigados por sus padres para corregir sus hábitos sexuales y que ahora se vengan de ellos mediante tales fantasías.
Los hermanos menores son los que más particularmente tienden a utilizar estas creaciones imaginativas para privar a los hermanos mayores de sus prerrogativas (igual que sucede en las intrigas históricas) y a menudo no vacilan en adjudicar a la madre tantas relaciones amorosas como competidores fraternos encuentran. Puede darse entonces una interesante versión de esta novela familiar, en la cual su protagonista y autor vuelve a reclamar la legitimidad para sí mismo, mientras que elimina a los hermanos y hermanas, proclamándolos ilegítimos. Otros intereses particulares puede orientar asimismo la novela familiar cuya múltiples facetas y cuya vasta aplicabilidad la tornan accesible a toda clase de tendencias. Así, por ejemplo, el pequeño fantaseador puede eliminar la prohibitiva relación de parentesco con una hermana a la Cajal se siente sexualmente atraído.
Quien se sienta inclinado a apartarse con horror de esta depravación del alma infantil, y aún esté tentado de negar que tales cosas sean posibles, habrá de tener en cuenta que todas estas obras de ficción, aparentemente tan plenas de hostilidad, no son en realidad tan malévolas, y hasta conservan, bajo tenue disfraz, todo el primitivo afecto del niño por sus padres. La infidelidad y la ingratitud son sólo aparentes, pues si se examina en detalle la más común de estas fantasías novelescas, es decir, la sustitución de ambos padres, o sólo del padre, por personajes más encumbrados, se advertirá que todos estos nuevos padres aristocráticos están provistos de atributos derivados exclusivamente de recuerdos reales de los verdaderos y humildes padres, de modo que en realidad el niño no elimina al padre, sino que lo exalta. Más aún: todo ese esfuerzo por reemplazar al padre real con uno superior es sólo la expresión de la añoranza que el niño siente por aquel feliz tiempo pasado, cuando su padre el parecía el más noble y fuerte de los hombres, y su madre, la más amorosa y bella mujer. Del padre que ahora conoce se aparta hacia aquel en quien creyó durante los primeros años de la infancia; su fantasía no es, en el fondo, sino la expresión de su pesar por haber perdido esos días tan felices. Así, en estas fantasías vuelve a recuperar su plena vigencia la sobrevaloración que caracteriza los primeros años de la infancia. El estudio de los sueños ofrece una interesante contribución a dicho tema, pues su interpretación enseña que, incluso en años avanzados, cuando en un sueño aparecen las figuras encumbradas del emperador y de la emperatriz, ellas representan siempre al padre y a la madre del soñante. De donde la sobrevaloración infantil de los padres subsiste asimismo en los sueños de los adultos normales”.

Dr. Carlos Fernández del Ganso
Medico-Psicoanalista
Tel. 918830213 – 676242844



lunes, 4 de mayo de 2015

PROBLEMAS FAMILIARES Y DE PAREJA




(2)

Son frecuentísimas las oportunidades en las cuales el niño es menospreciado o en que por lo menos se siente menospreciado, en las cuales siente que no recibe el pleno amor de sus padres o, principalmente, lamenta tener que compartirlo con hermanos y hermanas. La sensación de que su propio afecto no es plenamente retribuido se desahoga entonces en la idea, a menudo conscientemente recordada desde la más temprana infancia, de ser un hijastro o un hijo adoptivo. Numerosas personas que no han llegado a la neurosis recuerdan a menudo ocasiones de esta especie, en las cuales, influidos generalmente por alguna lectura, interpretaron así las  actitudes hostiles de los padres y reaccionaron en consecuencia. Ya aquí se evidencia, empero, la influencia del sexo, pues el varón se inclina mucho más a desplegar impulsos hostiles contra el padre que contra la madre, y mucho más también a liberarse de aquel que de ésta. A este respecto, la actividad imaginativa de la niña tiende a ser mucho más atenuada. Estos impulsos psíquicos de la infancia, conscientemente recordados, nos ofrecen el factor que ha de permitirnos comprender el mito (El mito del nacimiento del héroe). Aquí podríamos hablar de la culpa inconsciente, pero lo dejamos para mejor ocasión. Pido paciencia a los lectores del boletín.

Este incipiente extrañamiento de los padres, que puede designarse como novela familiar de los neuróticos, continúa con una nueva fase evolutiva que raramente subsiste en el recuerdo consciente, pero que casi siempre puede ser revelada por el psicoanálisis. En efecto, tanto la esencia misma de la neurosis como la de todo talento superior tienen por rasgo característico una actividad imaginativa de particular intensidad que, se manifiesta primero en los juegos infantiles, dominando más tarde, hacia la época prepuberal, todo el tema de las relaciones familiares. Un ejemplo característico de este tipo particular de fantasías lo hallamos en el conocido ensueño diurno, que persiste mucho más allá de la pubertad. Examinando detenidamente estos sueños diurnos, comprobamos que sirven a la realización de deseos y a la rectificación de las experiencias cotidianas, persiguiendo principalmente dos objetivos: el erótico y el ambicioso, aunque tras este último suele ocultarse también el fin erótico. Hacia la época mencionada, la imaginación del niño se dedica, pues, a la tarea de liberarse de los padres menospreciados y a reemplazarlos por otros, generalmente de categoría social más elevada. En esta relación el niño aprovechará cualquier coincidencia oportuna que le ofrezcan sus experiencias reales – como los encuentros con el señor feudal o el terrateniente, si vive en el campo, o con algún dignatario o aristócrata en la ciudad -, despertando dichas vivencias casuales la envidia del niño, que luego se expresa en la fantasía de sustituir al padre y a la madre por otros más encumbrados. La técnica aplicada para realizar tales fantasías – que en ese período son, por supuesto, conscientes – depende de la habilidad y del material que el niño encuentre a su disposición. También es importante considerar si las fantasías son elaboradas con mayor o menor afán de verosimilitud. Esta fase se alcanza en una época en la cual el niño ignora todavía las condiciones sexuales de la procreación.

 (continuará)

Dr. Carlos Fernández del Ganso
Medico-Psicoanalista
Tel. 918830213 – 676242844


viernes, 24 de abril de 2015

PROBLEMAS FAMILIARES Y DE PAREJA




(1)

         En el año 1909, Sigmund Freud publica el ensayo titulado “La novela familiar del neurótico” en donde podemos leer: “Cuando el individuo, a medida de su crecimiento, se libera de la autoridad de sus padres, incurre en una de las consecuencias más necesarias, aunque también una de las más dolorosas que el curso de su desarrollo le acarrea. Es absolutamente inevitable que dicha liberación se lleve a cabo, al punto que debe haber sido cumplida en determinada medida por todo aquel que haya alcanzado un estado normal. Hasta el progreso mismo la sociedad reposa esencialmente sobre esta oposición de las generaciones sucesivas. Por otra parte, existe cierta clase de neuróticos cuyo estado se halla evidentemente condicionado por el fracaso ante dicha tarea”.

         Así en la vida adulta podemos ser testigos de la gran dificultad para pactar con otros que no despierten inconscientemente (a través del mecanismo de la identificación) algo familiar o conocido. Hay refranes al uso: “más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer” y con esos pensamientos, resulta muy difícil construir un proyecto de salud, educación o cultura, si vale más lo malo que lo bueno porque ello conlleva una modificación en la personalidad del adulto, socio, compañero o amante.

         Para el niño pequeño los padres son, al principio, la única autoridad y la fuente de toda fe. El deseo más intenso y decisivo de esos años infantiles es el de llegar a  parecérseles, el deseo de llegar  a ser grande como el padre y la madre. Pero a medida que progresa el desarrollo intelectual es inevitable que el niño descubra poco a poco las verdaderas categorías a las cuales sus padres pertenecen. Conocen a otros padres, los compara con los propios y llega así a dudar de las cualidades únicas e incomparables que les había adjudicado.

         Pequeñas experiencias de su vida infantil, que despiertan en él un sentimiento de disconformidad, lo incitan a emprender la crítica de los padres y aprovechar, en apoyo de esta actitud contra ellos, la ya adquirida noción de que otros padres son, en muchos sentidos, preferibles a los suyos. La psicología de las neurosis nos ha enseñado que a este resultado coadyuvan, entre otros factores, los más intensos impulsos de rivalidad sexual. Las ocasiones que los motivan tienen por tema evidente el sentimiento de ser despreciado.

 (continuará)

Dr. Carlos Fernández del Ganso
Medico-Psicoanalista
Tel. 918830213 – 676242844


viernes, 10 de abril de 2015

POETAS DEL FÚTBOL, FOOTBALL POETS

En 1928 los campos de Sport del Sardinero en Santander son escenario de la final de la Copa de fútbol entre el F.C. Barcelona y la Real Sociedad de San Sebastián. En aquellos tiempos no existía el lanzamiento de penaltis, con lo que se hicieron necesarios tres partidos para dilucidar al campeón.
En el primero de ellos, el disputado el 20 de mayo, el portero del Barcelona, el húngaro Platko, se convirtió en héroe. Cuando la Real Sociedad acorralaba al Barcelona en su área, su delantero centro Cholin, en una posición envidiable, avanzó hacía la portería del marco catalán. El gol parecía inevitable. En esa situación el portero Platko, realiza una gran estirada a los pies del jugador donostiarra evitando el disparo a gol del delantero, pero a cambio de recibir en la cabeza el golpe destinado al balón. El punterazo del delantero que alcanza el rostro de Platko fue brutal. Del choque entre ambos jugadores resulta conmocionado el arquero del que mana sangre de su cabeza.
Es retirado fuera del terreno del juego, y tras aplicarle seis puntos de sutura en la herida, reapareció unos minutos después con un grueso vendaje que cubre casi toda la cabeza y que fue perdiendo a lo largo del partido.
El poeta Rafael Alberti, presente en el encuentro, impresionado por el episodio del que había resultado espectador, dedicó al guardameta Platko una Oda que apareció publicada en la primera página del periódico La Voz de Cantabria una semana después.
                                                                           
ODA A PLATKO

Ni el mar,
que frente a ti saltaba sin poder defenderte.
Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más rugía.
Ni el mar; ni el viento, Platko,
rubio Platko de sangre,
guardameta en el polvo,
pararrayos.
No nadie, nadie, nadie.
Camisetas azules y blancas, sobre el aire.
camisetas reales,
contrarias, contra ti, volando y arrastrándote.
Platko, Platko lejano,
rubio Paltko tronchado,
tigre ardiente en la yerba de otro país.
¡ Tú, llave, Platko, tu llave rota,
llave áurea caída abre el pórtico áureo!
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Volvió su espalda al cielo.
Camisetas azules y granas flamearon,
apagadas sin viento.
El mar, vueltos los ojos,
se tumbó y nada dijo.
Sangrando en los ojales,
sangrando por ti, Platko,
por ti, sangre de Hungría,
sin tu sangre, tu impulso, tu parada, tu salto
temieron las insignias.
No nadie, Platko, nadie,
nadie se olvida.
Fue la vuelta del mar.
Fueron diez rápidas banderas
incendiadas sin freno.
Fue la vuelta del viento.
La vuelta al corazón de la esperanza.
Fue tu vuelta.
Azul heroico y grana,
mandó el aire en las venas.
Alas, alas celestes y blancas,
rotas las, combatidas, sin plumas,
escalaron la yerba.
Y el aire tuvo piernas,
tronco, brazos, cabeza.
¡Y todo por ti, Platko,
rubio Platko de Hungría!
Y en tu honor, por tu vuelta,
porque volviste el pulso perdido a la pelea,
en el arco contrario al viento abrió una brecha.
Nadie, nadie se olvida.
El cielo, el mar, la lluvia lo recuerdan.
Las insignias.
Las doradas insignias, flores de los ojales,
cerradas, por ti abiertas.
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Ni el final: tu salida,
oso rubio de sangre,
desmayada bandera en hombros por el campo.
¡ Oh Platko, Platko, Platko
tú, tan lejos de Hungría!
¿Qué mar hubiera sido capaz de no llorarte?
          
Nadie, nadie se olvida,
No one, no one forgets,
no nadie, nadie, nadie, nadie.
no, no one, no one, no one, no one.
(Continuará)

Del libro: Poetas del Fútbol
Dr. Carlos Fernández del Ganso

In 1928, the Sardinero Sport Field in Santander was scene of the Football Final Cup between FC Barcelona and Real Sociedad from San Sebastian .At that time it did not exist scoring from a penalty so they were necessary three games to elucidate the champion.

In the first game disputed on May 20th, the Barcelona’s goalkeeper, the Hungarian Platko, became a hero. When the Real Sociedad was corralling to Barcelona´s team in its area, his centre-forward Cholin, in an enviable position, advanced towards the goal of the goalmouth Catalonian. The goal looked unavoidable. In that situation the goalkeeper Platko, made a great dive at the feet of the donostiarra player to avoid the shot on goal of the forward, but in return he receives a blow in his head that was aimed to the ball. The powerful shot of the forward that reached the face of Platko was brutal. Due to the collision between the two players the goalkeeper turned out dazed and blood was flowing from his head.

He was taken off the field of play, and after applying six stitches in the wound, he reappeared a few minutes later with a thick bandage covering most of his head and that he was losing along the game.
The poet Rafael Alberti, who attended the match, impressed by the episode which had been spectator, dedicated to the goalkeeper Platko an ode that was published a week later on the front page of the newspaper, La Voz de Cantabria. (The voice of Cantabria).

ODE TO PLATKO

Neither the sea,
that facing you, jumped unable to defend yourself.


Neither the rain. Neither the wind, which was the most roaring.
Neither the sea, neither the wind, Platko,
blond Platko of blood,
goalkeeper in the dust,
lightning conductor.
No, no one, no one, no one.
Blue and White t-shirts, over the air.
royal t-shirts,
contrary, against you, flying and dragging yourself.
Platko,  far Platko,
blond Paltko cut off
burning tiger in the grass of another country.
¡ You, key, Platko, your broken key,
golden fall key opens the golden gate!
No, no one, no one, no one,
No one forgets, Platko.
He returned his back to the sky.
Blue and deep red t-shirt fluttered,
dull without wind.
The sea, returned eyes,
he lied down and said nothing.
Bleeding in the buttonholes,
bleeding for you, Platko.
for you, blood from Hungary,
without your blood, your impetus, your save, your leap
the insignias feared.
No, no one, Platko, no one,
No one forgets.
It was the back of the sea.
They were ten fast flags
inflamed without obstacle.
It was the back of the wind.
The return to heart of hope.
It was your return.
Heroic blue and deep red,
the air  ruled in the veins.
Wings, celestial and white wings,
broken the, combated, without feathers,
they scaled the grass.
And the air had legs,
trunk, arms, head.
¡And all for you, Platko.
blond Platko from Hungary!
And in your honour, for your return,
because you returned the lost pulse to the fight,
in the contrary arc in the wind he opened a crack.
no one, no one forgets.
The sky, the sea, the rain remember him.
The insignias.
The golden insignias, flowers of the buttonholes,
closed, open for you.
No no one, no one, no one,
no one forgets, Platko.
Not even the end: your remark,
blond bear of blood,
faint flag on shoulders through the field.
¡ Oh Platko, Platko, Platko
¡ Oh Plato, Platko, Platko
you, so far from Hungary!
Which sea would have been able not to cry for you?
           
No one, no one forgets,
no, no one, no one, no one, no one.
           (To be continued)

From the book: Football Poets
Dr. Carlos Fernández del Ganso