LOS CELOS Y LA ENVIDIA
Reconocer que se pueden “sentir”
celos, habla de la implicación del sujeto en lo que le pasa, dice de un grado
de salud, más difícil aún es reconocer que uno se siente envidioso. Y ambos:
celos y envidia son vertientes de cuestiones sociales por un lado y psíquicas
por otro. Posibles de ser analizadas.
El celoso es más social que el
envidioso, ya que el celoso, se siente excluido de una escena en la que le
gustaría participar. El celoso, desea lo que otro está mirando, desea un deseo
de otro; mientras que el envidioso, no desea lo que el otro consiguió, sino que
solo quiere romperlo. El envidioso no quiere el coche del vecino, solo rayarlo.
El celoso reconoce la existencia
de otro semejante con el que algo quiere, el envidioso quiere que el otro no
tenga. En los celos siempre hay tres personajes como mínimo, en la envidia sólo
hay uno (por ello es más primitiva y anterior que los celos)
Los celos y la envidia, señalan
la doble carencia constitutiva del sujeto, esa imperfección que lo constituye
como humano por nacer de padre y madre, seres sexuados (es decir celulares) por
ende mortales como él, con lo cual también morirá.
Y llegar a la vida (cuando ya
había vida para otros) es decir nacer anticipado por algo que permitió no solo
que naciera y creciera, también apropiarme de lo que otros humanos antes de
“uno” hicieron, llegar a la vida y aceptar ser un privilegiado que puede
heredar no es fácil de aceptar. Los abogados lo ven en las dificultades que
existen para resolver muchas herencias.
Dice el refrán “de bien nacidos
es ser agradecidos”. Me puedo beneficiar de lo que trabajaron otros que sin
conocerme construyeron: calles, universidades, puentes, teléfonos, objetos
libros… que permiten un mejor aterrizaje en la vida.
Los especialistas sabemos que
hay cierta tendencia social a reprimir la sexualidad en aras de aumentar la
producción social de preservar la estructura monogámica de la familia nuclear,
cuyo origen se fundamente en el pasaje del feudalismo al capitalismo. Con el
pasaje del trabajo artesanal al asalariado, la máquina permitió la obtención de
la plusvalía y en consecuencia la posibilidad de acumular capital. Y la
acumulación sin distribución adecuada siempre trae problemas.
El gran problema de los celos,
no es “sentirlos” sino pensar que se pueden “tener”, es decir que se puede
tener al “otro”, al semejante, al cónyuge, al compañero. Y conviene saber que
lo que despierta los celos, no son las personas, son frases, son palabras
pronunciadas que señalan lugares de los cuales nos sentimos excluidos y en los
que nos gustaría participar.
Todo conocimiento humano tiene
su frente en la dialéctica de los celos, es decir se constituye el yo del
sujeto a la vez que el otro semejante. Mientras va descubriendo su propio
cuerpo, la imagen del otro le anticipa. De modo que decimos que los humanos
nacemos perdiendo doblemente: frente a las imágenes y frente a las palabras.
Cuando crecemos iremos construyendo con el lenguaje, a través de las palabras,
nuestras propia imágenes, que son en todos los casos lo privado.
La familia monogámica se
constituye para establecer las leyes de la herencia de bienes materiales, pero
hay cuestiones que no controla el sexo, por ejemplo el dinero tiene sus propias
leyes, de modo que cuando es el dinero el que dice como debe ser gastado, es
decir pone su nombre y apellidos a las cosas (por ejemplo veinte euros para
libros), hablamos del dinero como equivalente general (donde con dinero se
puede comprar hasta dinero) pero a veces el sujeto no acepta las leyes del dinero
y quiere manejarlo él, como “cree” manejar otras cuestiones de su vida, ahí
suele ocurrir que maneja el dinero como equivalente simbólico, es decir como lo
que alguna vez hizo en la fase anal, de su constitución psíquica, con la caca:
retenerla, acumularla, expulsarla, regalarla. La envidia se cura con trabajo y
admirando en el otro sus logros. Los celos son deseos a los que puedo poner
palabras, y entonces se transforman en otra cosa.
Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico- Psicoanalista
Teléfono: 918830213 – 676242844
Me gustan sus articulos. Soy aficionada a la psicologia, y buscando sobre el instinto de dominacion he venido a caer a este blog. Puede este comentarmee algo al respecto. Gracias
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