En
el proceso de aprendizaje se trata de ¿enseñar o dejar aprender? Educar es una
tarea imposible en el sentido de que siempre hay que tener en cuenta al sujeto
de la experiencia, en este caso al que decidió posicionarse como alumno. Es
cierto que el educador desempeña una función imprescindible (ya qua nadie nace
sabiendo y solos nada podemos). En todo aprendizaje el que enseña algo aprende
y el que aprende algo enseña. El lenguaje no tiene dueño ni esclavos, todos
tenemos el derecho a ser usuarios en el campo del lenguaje, de la función en la
palabra.
Partiendo de poesía (histórico instrumento de conocimiento) y del psicoanálisis
(científico método en la producción de saber), sabemos que ley, límites y
crecimiento hay para todos, aunque sabemos que algunos no podrán, alguno nunca
querrá. Hay cuestiones que no tienen arreglo y debemos admitir que eso es un límite.
Así como la ignorancia es una pasión del ser, el amor y el odio también son
pasiones cuya dimensión puede devolvernos la poesía e interpretar el psicoanálisis.
Heredar todos hemos heredado (el lenguaje, una familia, una ciudad
iluminada, bibliotecas, estadios deportivos…) pero no alcanza con haber
heredado. Sin el trabajo permanente de hacer propio lo ya heredado, sin el
trabajo de hacernos sujetos hablantes y deseantes, psíquicos y sociales, sin
ese proceso humano por excelencia, difícilmente se ingresa en lo que
denominamos proceso de educación.
No se puede ser puro símbolo, ni sólo carne, no se puede abandonar lo
biológico que nos acompaña desde el nacimiento por proceder de padre y madre. la
especie siempre está presente, no se puede educar lo animal, se puede
domesticar.
Lo que se puede
es dejar huellas, marcas indelebles de la presencia de un sujeto para otros que
vendrán, ya que el símbolo es previo a todo lo real y la realidad es metáfora
de todo lo posible. Un ejemplo: gracias a las metafísicas se produjo, entre
otras cosas, la fórmula de la velocidad y gracias a la física, se inventó la máquina
herramienta y la producción en serie. Y gracias
a otros pensadores y científicos, en la actualidad disponemos unas expectativas
de vida, salud y educación diferentes.
En el mismo planeta habitan pensamientos con elevada carga de prejuicios
o una moral individualista convive con ideologías grupales. Hasta la ignorancia
es docta, si el que escucha conoce la existencia de conceptos teóricos como el
Inconsciente.
Y no consiste sólo en acceder al saber o al conocimiento (cuestiones que
son diferentes) sino de saber qué sujeto es el que accede, de modo que si el
que lo realiza lo hace como trabajo de apropiación de algo “ya hecho” ya
realizado, será una cosa, pero si el que accede “se tiene que hacer”, es decir
algo se debe transformar para apropiarse será otra cuestión, que conlleva una
complejidad. Nadie dice que sea fácil crecer, en un mundo donde casi nadie
tolera a casi nadie, en un mundo donde un desacuerdo se pretende resolverlo bélicamente.
Estudiar, aprender y crecer, implica todos los casos al sujeto en una red
social, significante, productiva y estética.
(continuará)
Del texto “Psicoanálisis y
educación”
Dr. Carlos Fernández
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