PREGUNTAN
LOS MÉDICOS, LOS PSICÓLOGOS, LOS DOCENTES, LOS PADRES: ¿CUANDO ESTÁ INDICADO EL
PSICOANÁLISIS EN LOS NIÑOS?
La
infancia, en psicoanálisis, es un tiempo que transcurre sólo en el adulto. ¿?
Me explico: la sexualidad humana es única entre los seres vivos, es la única
sexualidad que se caracteriza por transcurrir en dos tiempos diferentes,
separados por un período de latencia. Al primero de esos tiempos le denominamos
“sexualidad infantil” acontece hasta los 3 o 4 años de edad y al segundo tiempo
que acaece entre los 9 y 14 años “metamorfosis de la pubertad” y, al periodo
entre los 5 y los 8 años aproximadamente nos referimos cómo “Período de
latencia”.
Y
es, desde la metamorfosis de la pubertad, donde se abrochan los conceptos sobre
la sexualidad y la muerte, precipitan los pensamientos sobre la amistad, lo
grupal, el trabajo y los proyectos, los límites y la ley, en definitiva, los
elementos que considera la
Constitución como mayoría de edad, en nuestro país a los 18
años.
Según
el estudio que se realice del paciente, se puede considerar pediátrico hasta
los 14 años, cadete o juvenil para el deporte, preescolar o escolar para la
docencia y a nivel de la salud mental podemos con amplios márgenes decir que:
si el niño tiene menos de 4 o 5 años, además de atender al niño, hay que
escuchar muy detenidamente a los padres en todos los casos ya que generalmente
un conflicto en los adultos (no posible de ser elaborado por el niño) se está
manifestando en dificultad para dormir, pesadillas nocturnas, problemas con la
alimentación, peleas con los hermanos, pataletas prolongadas que genera
inquietud en los padres. Un asesoramiento con los padres suele ser muy
resolutivo.
Si
la edad esta cercana a la pubertad (9
a 14 años) hay que recibir y escuchar al joven que
siente cambios corporales que a veces, no entiende, modificaciones en el tono
de su voz, necesidad de ideales, libertad y una gran capacidad creativa o
deportiva que pide ser canalizada, por lo que la “orientación vocacional” es
prioritaria en estas edades.
En
el período de latencia, en esa edad del pavo, a los padres y tutores, les
corresponde lo más difícil y sencillo: dejar crecer y dejar hacer porque a
veces, no hacer es un hacer necesario para el crecimiento del otro. Recibir a la familia y escucharlos puede desdramatizar
situaciones incómodas por, la actitud de los jóvenes y las ambiciones de los
padres.
Aconsejo
a todos aquellos interesados en conocer al detalle que cosas suceden en cada
uno de esos períodos descritos, leer el artículo de Sigmund Freud “Tres
ensayos para una teoría sexual”. La mejor traducción que conozco es de López Ballesteros.
Y
para terminar abrochar con el principio, el psicoanálisis para los niños, debe
comenzar por el psicoanálisis de los adultos.
(continuará)
Dr. Carlos Fernández del Ganso
Del texto "Psicoanálisis y Educación"
www.carlosfernandezdelganso.com
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