domingo, 18 de abril de 2010

TRATAMIENTO DE LA HISTERIA y (2)

Amor entre colores. Miguel O. Menassa


En 1895, el doctor Sigmund Freud, separó mujer de histeria, momento histórico que produce una modificación en el modo de tratar la histeria, con respecto a lo que durante siglos se pensó como engaños, exageraciones o simulaciones de las pacientes, poniendo el acento en el útero-hístero (de ahí el nombre de histeria) Recordemos que lo que se pensaba como exageraciones son dramatizaciones, brillos de la histeria, una mujer identificada con un hombre donde refiere su zona genital a la cloaca primitiva fetal (como órganos de deshecho, de excreción) así como la fantasía infantil acerca de la sexualidad es que los niños nacen por el ano.
No por ser histérico se es mujer o dicho de otro modo, los hombres también pueden presentar esta clínica. De modo que la estructura clínica que llamamos histeria es un modo particular de preguntarse, en torno a la sexualidad, a la muerte y la procreación. Un paciente histérico generalmente es homosexual, no tanto porque le gusten los hombres (no que el homosexual es histérico) sino homosexual porque está identificado con la madre y, como una ella se pregunta ¿Qué desea una mujer?
Lo que no puede satisfacerse en la histérica es tener el pene, y para que el hombre caiga en esa sensación de ambicionar “no tener lo que tiene” se posiciona en el otro sexo. Para ser histérico hay que estar en posición femenina.
Decir posición femenina es dar cuenta de una de las cuatro posibilidades de todo sujeto psíquico en el proceso de la sexualidad: padre, madre, hombre y mujer. Sabemos que posición femenina es la posición del escritor, el artista, el creador. Posición femenina donde se dice la verdad inconscientemente, de tal manera que ella no recuerda qué verdad dijo sobre el amor, la muerte, el sexo y Dios.
El diagnóstico de la histeria es su tratamiento.
Todos los neuróticos sean obsesivos, fóbicos o histéricos, utilizan el mecanismo de la dramatización en su devenir cotidiano, pero en la histeria esta dramatización la encontramos exagerada, como un ataque histérico poniendo en escena la danza sexual.
Lo dramatizado además, y esto es fundamental para entender y tratar a estos pacientes, es algo que está disociado de la conciencia, es decir, es algo inconsciente para el sujeto. El paciente no sabe lo que le pasa y no puede atribuir los síntomas a lo que ocurre, porque acontece en él de manera inconsciente.
El inconsciente es esa temporalidad humana donde somos juguetes de nuestro pensamiento, esa instancia psíquica que sobredetermina y genera lo singular y subjetivo de nuestros órganos de la percepción. Creemos ver donde en realidad no miramos. Somos hablados, mirados y pensados desde otro lugar diferente al que informan nuestros sentidos. Los órganos de la percepción generan ilusiones y la ideología transmite “creencias”, por eso antes del psicoanálisis (momento precientífico) se asimilaba a los histéricos con simuladores o mentirosos.
Para la histérica todo lo bello de la vida, está fuera de ella, se juega una cuestión estética, entendiendo por estética una cuestión ética del deseo. Ella (bella indiferente) seduce para atraer con su seducción lo que está fuera de ella y después lo rechaza con su frigidez o con náuseas y mareos, para no gozar de ello, para no disfrutar, para que su deseo permanezca como insatisfecho.
La frigidez, la falta de orgasmo, las nauseas matinales, el asco, la repugnancia, el vaginismo, las enfermedades de la piel, son problemáticas histéricas.
El paciente histérico (hombre o mujer) se coloca con respecto al semejante en posición femenina. Posición femenina quiere decir el modo de enfrentar la verdad, el amor o la presencia y existencia de dios.
El amor no es un sentimiento psíquico o social. El amor es un sentimiento de la especie. La especie necesita para sobrevivir, que nazcan otros congéneres de la misma. Especie que para perpetuarse necesita que las personas se amen, porque eso facilita la reproducción. El amor entonces no es una cuestión individual.
Con respecto a Dios, ella busca en el otro alguien perfecto que la ame y así por amarla poder denigrar, ya que amarla a ella tan llena de imperfecciones sólo lo haría alguien imperfecto. De tal modo que el otro semejante, Dios en este caso, tampoco pudo ser y su deseo una vez más queda insatisfecho.
El histérico siempre sufre en su interior, porque la fachada, lo que los otros ven, hasta puede ser la imagen de un triunfador. Sin embargo, la histérica transforma al hombre en dios, puede hacer el amor con él, para poder decirle, no me entere de nada. Para el paciente histérico la inteligencia es siempre un atributo de los otros y así vive condenado. Para ellos nadie es mejor que su madre.

Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico Psicoanalísta


11 comentarios:

  1. Me gusta el tratamiento que le das al tema. Bien dicen que psicoanálisis es ciencia convertida en literatura. La explicación psiconalítica es poesía pura, por eso me parece tan acertada, tan profunda.

    Te dejo un enlace de un pequeñito post que escribí ya hace tiempo por si lo quieres visitar.

    http://zootopy.blogspot.com/2009/03/psicoanalisis-y-literatura.html

    Saludos

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  2. Hola Francisco, gracias por tu comentario.
    Te visitaré.

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  3. Está muy buenas las notas, gracias por compartirlas.

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    1. Hola Secretaria del Alienado! Me encantaron tus notas donde hablas de donar sangre y de la letra A / O.. este es tu blog tambien? A proposito, vos inventaste a Don Juanito? Cualquier cosa mi email es nataliajacquet@gmail.com

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  4. es un honor compartir con lectores como ustedes.

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  5. Así como la histeria revela una posición con respecto al amor,el sexo, la muerte y dios, revele también una posición frente al deseo, o debiera decirse...detras del deseo?
    deseo perseguido, buscado y nunca satisfecho?
    si el deseo del histerico(a) es deseo insatisfecho, conoce, encuentra o construye el histerico su deseo? lo reconoce como suyo, para luego rechazarlo?
    ¿en que punto deja la histeria colgado al sujeto?
    ¿es sujeto de necesidad o sujeto de deseo, insatisfecho, pero al fin, deseo?

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  6. Hola Rocio.
    Interesantes preguntas que bien merecen una lectura pormenorizada de los textos de Freud, por ejemplo: "Historiales clínicos de la Histeria", "El caso Dora" y de Lacan: "el seminario 4, La relación de Objeto"
    Gracias por preguntar.

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  7. hola,tengo una paciente con una histeria grave,que en estoy días no a querido hacer nada,no quiere bañarse,salir,esta todo el día acostada,dice q no puede levantarse,que no tiene ganas de nada.como la puedo ayudar?

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  8. Hola, el relato que usted hace se parece más al de la depresión que a una histería.
    Lo que le sucede a su paciente lo desconozco y, si usted es su terapéuta, tal vez le vendría bien supervisar el caso.
    Un saludo cordial.
    Dr. Casrlos Fernández

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  9. Hoy me diagnosticaron histeria, Me duele mucho saber que lastimo inconcientemente. Quiero cambiar y no lastimar mas a los que me rodean o amaron.
    Que puedo hacer a parte de la terapia? Tiene cura?

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  10. Realmente me encantò el articulo Es tal cual como sucede en la realidad

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