Interés filosófico.
En cuanto la Filosofía tiene como base la Psicología, habrá de atender ampliamente a las aportaciones psicoanalíticas a dicha ciencia y reaccionar a este nuevo incremento de nuestros conocimientos como viene reaccionando a todos los progresos importantes de las ciencias especiales. El descubrimiento de las actividades anímicas inconscientes ha de obligar muy especialmente a la Filosofía a tomar su partido, y en caso de inclinarse del lado del psicoanálisis, a modificar sus hipótesis sobre la relación entre lo psíquico y lo físico, hasta que correspondan a los nuevos descubrimientos. Los filósofos se han ocupado, desde luego, repetidamente del problema de lo inconsciente, pero adoptando, en general -salvo contadas excepciones-, una de las dos posiciones siguientes: o han considerado lo inconsciente como algo místico, inaprehensible e indemostrable, cuya relación con lo anímico permanecía en la oscuridad, o han identificado lo psíquico con lo consciente, deduciendo luego de esta definición que algo que era inconsciente no podía ser psíquico ni, por tanto, objeto de la Psicología. Estas actitudes proceden de haber enjuiciado los filósofos lo inconsciente sin conocer antes los fenómenos en la actividad anímica inconsciente y, en consecuencia, sin sospechar su extraordinaria afinidad con los fenómenos conscientes, ni los caracteres que de ellos los diferencian. Si después de adquirir un tal conocimiento de los fenómenos inconscientes mantiene aún alguien la identificación de lo consciente con lo psíquico, y niega, por tanto, a lo inconsciente todo carácter anímico, no habremos ya de objetarle sino que tal diferenciación no tiene nada de práctica, toda vez que, partiendo de su íntima relación con lo consciente, resulta fácil describir lo inconsciente y seguir sus desarrollos, cosa imposible de conseguir, por lo menos hasta ahora, partiendo del proceso físico. Lo inconsciente debe, pues, permanecer siendo considerado como objeto de la Psicología.
Todavía existe otro aspecto desde el cual puede la Filosofía recibir el impulso del psicoanálisis, y es pasando a ser objeto de la misma. Los sistemas y teorías filosóficas son obra de un limitado número de personas de individualidad sobresaliente, y la Filosofía es la disciplina en la que mayor papel desempeña la personalidad del hombre de ciencia. Ahora bien: el psicoanálisis nos permite dar una psicografía de la personalidad (véase luego su interés sociológico). Nos enseña a conocer las unidades afectivas -los complejos dependientes de los instintos- que hemos de presuponer en todo individuo, y nos inicia en el estudio de las transformaciones y los resultados finales generados por estas fuerzas instintivas. Descubre las relaciones existentes entre las disposiciones constitucionales de la persona, sus destinos y los rendimientos que puede alcanzar merced a dotes especiales. Ante la obra artística le es posible adivinar, con más o menos seguridad, la personalidad que tras de ella se esconde, y de este modo puede descubrir la motivación subjetiva e individual de las teorías filosóficas, surgidas de una labor lógica imparcial, y señalar a la crítica los puntos débiles del sistema. Esta crítica no es ya cometido del psicoanálisis, pues, naturalmente, la determinación psicológica de una teoría no excluye su corrección científica.
No había leido nunca a Freud, y lo que escribe tiene gran actualidad.
ResponderEliminarAsí que el psicoanálisis tiene "múltiple" interés.
¡que bueno saberlo!
Entonces el psicanálisis, es un tratamiento médico y no una rama filosófica?
ResponderEliminarEl psicoanálisis se funda en el año 1900, como teoría científica.
ResponderEliminarEs el método terapeútico indicado en diversas afecciones, tanto psíquicas como coadyuvante en el tratamineto de enfermedades orgánicas.
Y su interés es múltiple, por superestructural, pudiendo leer otras estructuras.
Lo más destacado y tal vez menos conocido del psicoanálisis sea que: para poder pensar, hablar y crear, resulta ser el instrumento, junto al marxismo, más subversivo y eficaz de los dos últimos siglos.
El psicoanálisis tiene "múltiple" interés en el ámbito del por qué. Solo queda saber si resulta tan eficaz para dar solución a esos por qués. Al fin y al cabo, el camino se hace caminando y es la teoría del aprendizaje, la que sólo tal vez, solucine los dilemas que el psicoanálisis es capaz de aventurar.
ResponderEliminarEl psicoanálisis es una experiencia cuasi experimental, en el sentido de que el sujeto cuando se analiza (asociando libremente es escuchado (en atención flotante) produciéndose un saber: ¿a quién le habla' y ¿para qué le habla? a través de la interpretación. De modo que no existe el autoanálisis.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Arancha.