domingo, 2 de mayo de 2010

¿CUANDO CONSULTAR AL PSICOANALISTA?



He recibido algunas cartas que preguntan ¿Cuándo es el momento más adecuado para consultar con un psicoanalista? Si lo pensó, si se lo preguntó es por que lo desea, es el momento preciso y si espera, si renuncia es su deseo lo que posterga y de lo único que se puede sentir culpable un sujeto es de ceder en el deseo. La vida son decisiones y el tiempo que lleva tomar una decisión es siempre psíquico, una implicación del sujeto.
El inconsciente no tiene tiempo, dicho de otra manera: maneja todos los tiempos posibles y su suceder no es lineal, ni continúo, ni cronológico. El tiempo psíquico funciona a saltos, es lógico, recurrente y paradojal. De modo tal que podemos ver a un niño jugando a ser papá y a un adulto comportarse de manera infantil. También existe el concepto físico de tiempo que, es medible, se puede calcular, es el tiempo convencional del reloj, el del calendario ya preestablecido, unidireccional, condena de lo que será por ya haber sucedido. Con ésta concepción de tiempo físico no se puede modificar el pasado, que ya pasó. Por ejemplo un antes de C. y un después. Entonces hay diferentes conceptos de tiempo y el ¿Cuándo consultar? dependerá desde donde se piensa.
La ciencia ha develado diferentes cegueras del hombre, en cada descubrimiento, y eso nos permite decir a los ciudadanos del siglo XXI que: somos unos privilegiados. Disponemos de la ciencia física, las matemáticas, la química, el materialismo histórico, el psicoanálisis, la lingüística, el derecho, la información…
Todo ello permite que puedan convivir varias generaciones en un mismo lugar con diferentes pensamientos, culturas, tradiciones y religiones, ya que el hombre es tiempo y la humanidad que nos habita no es espacial sino pura temporalidad. Otra cuestión es “la intolerancia” que el sujeto siente y padece, de modo tal que cada “otro” humano puede ser vivido como extranjero, al modo de los cuerpos extraños que fundamentan las reacciones antígeno anticuerpo del sistema inmunitario.
Ya el doctor Sigmund Freud, fundamentó que en la vida anímica individual aparece integrado “el otro” como: modelo, objeto, auxiliar o adversario. Por ello lo individual es al mismo tiempo social. Ya que uno sólo nada puede. Hasta el onanismo presenta dedicatoria. Y así como no habría existido la física sin las matemáticas, no usufructuaríamos los objetos tecnológicos sin el pensamiento psíquico que permite la articulación de las diferentes prácticas. Por ejemplo después del Banquete de Platón, se puede hablar de un discurso del amor y aunque no se haya leído al autor, aunque se desconozca la ley, no queda eximido el sujeto de su padecimiento y cumplimiento.
También podemos decir que es el efecto el que produce las causas, que no hay causa del ayer, que psíquica y socialmente no es el pasado el que determina la acción de cada sujeto. Es desde el efecto, desde la puntuación que se puede leer, desde el futuro se pueden reconstruir las operaciones y mecanismos que dan cuenta del proceso. Desde el capitalismo se pueden leer los instrumentos que intervinieron en el feudalismo. Es desde Copérnico que se pueden leer e interpretar, lo anterior al descubrimiento científico de la teoría heliocéntrica, como hechos precientíficos (lo geocéntrico) de una ideología donde el hombre y cada uno era el centro del universo, girando todo a su alrededor.
Los hechos existen después de ser interpretados, por eso, en cada vida humana, el sujeto atraviesa pensamientos donde cree, ser el centro de su madre, su familia, su pandilla. Y la vida que algunos dicen que es cruel, injusta, breve dicen otros…el poeta escribe: “en el ejemplo de vivir, vivir es el ejemplo”. “Vivir desde un principio es separarse”. Luego no es necesario estar enfermo, para psicoanalizarse.
Para comenzar una conversación con un psicoanalista, con un profesional especializado en la escucha poética, es decir un lugar donde se puede hablar con la seguridad de que nada ni nadie podrá tomar decisiones por uno mismo, un lugar donde poder hablar sin necesidad de cumplir con lo fantaseado, un lugar donde compro el silencio del otro por pagar con dinero, un lugar donde por psicoanalizar lo que no puede dejar de ser humano, por extraño y único que parezca, seré semejante y diferente a todo otro y esa humanidad anidando entre las palabras, no hará la vida más sencilla, en todo caso la hace posible de ser vivida. Jugarse es vivir.


Dr. Carlos Fernández del Ganso

2 comentarios:

  1. "...de lo único que se puede sentir culpable un sujeto es de ceder en el deseo." Muy buen escrito; sin abordar reduccionismo alguno, facilita la comprensión, de algunos "menesteres" de la psique, o al menos inquieta: le da comezón a la razón...de cualquier forma, el post deleita, y eso me hace pensar que los quince minutos que dediqué a su lectura son, en mi tiempo psíquico, una suma de longevos conceptos que sin duda, allanarán algunos pareceres...

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  2. Gracias León de Plata por tu visita.

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