domingo, 26 de julio de 2009

TEORÍA DE LA LIBIDO. ANTÍTESIS DE INSTINTOS SEXUALES E INSTINTOS DEL YO


El psicoanálisis, que no tardó en descubrir que había de fundar todo el suceder anímico en el dinamismo de los instintos elementales, se vio en pésima situación, pues no había en la Psicología una teoría de los instintos y nadie podía decirle lo que propiamente era un instinto. Reinaba la arbitrariedad más absoluta y cada psicólogo admitía tantos instintos como quería y, precisamente, los que quería. El primer objeto de estudio del psicoanálisis fueron las neurosis de transferencia (la histeria y la neurosis obsesiva). Sus síntomas nacían por cuantos impulsos instintivos sexuales habían sido rechazados (reprimidos) por la personalidad (por el yo) y se había procurado indirectamente, a través de lo inconsciente, una expresión. Comenzamos, pues, por oponer a los instintos sexuales instintos del yo (instintos de autoconservación), y nos encontramos entonces de acuerdo con la tesis, hecha popular, del poeta que atribuye todo el suceder universal a dos únicas fuerzas: el hambre y el amor. La libido era en igual sentido la manifestación energética del amor, como el hambre la del instinto de conservación. La naturaleza de los instintos del yo permaneció así en un principio, indeterminada e innacesible al análisis como todos los demás caracteres del yo. Sin que fuera posible indicar si entre ambas clases de instintos debían suponerse diferencias y cuáles podían ser éstas.
Psicoanálisis y Teoría e la libido. Sigmnd Freud 1923

1 comentario:

  1. MMMM LA VERDAD NO ME PARECE NADA CONVINCENTE....NO HAY INFORMACION SUFICIENTEY NO HAY NADA CONCRETO.

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