I
El miedo es constitutivo, es un
límite de lo humano. Los “miedos” sin embargo hablan de un conflicto anímico en
la aceptación de las carencias, que por nacer de humanos, señalan que el
semejante no me pertenece, que al otro nunca se le puede “tener”, ni se puede
“ser” lo que le complete. Nacemos de padre y madre, nacemos carentes y somos
deudores de una muerte segura.
Una de las maneras de resolver
este conflicto son las fobias, que hace siglos fueron pensadas como degeneración
mental o alteraciones en la función del sistema nervioso. Posteriormente con el
descubrimiento del mecanismo psíquico y la etiología de esta afección clínica
que denominamos fobia, se posibilita un tratamiento eficaz de la fobia y de la
angustia concomitante que siempre le acompaña. Hoy sabemos los especialistas
que no existe degeneración mental y forman parte de la neurosis.
Hay dos grandes grupos de fobia
que se diferencian por el objeto de la angustia:
a) Las comunes, miedos exagerado a cosas a lo
que todo el mundo teme algo, como la noche, la muerte, las serpientes…
b) Las fobias ocasionales en las que emerge una
angustia en circunstancias especiales que no inspiran temor al hombre sano, así
la agorafobia y las demás fobias de locomoción. En este segundo caso el
paciente evita cuidadosamente las situaciones en las que surge el estado
afectivo de la angustia.
En la agorafobia (temor a los
espacios abiertos o lugares de donde no se podría huir o pedir ayuda) se
encuentra con frecuencia el recuerdo de un ataque de angustia, y en realidad lo
que el paciente teme es la emergencia de tal ataque en aquellas circunstancias
especiales en las que cree no podría escapar de él ( un coche, un ascensor, un
teatro…) la angustia existente en las fobias no se deriva de ningún recuerdo,
por lo que habrá que escuchar en el sujeto lo que ese estado emotivo representa
como señal.
El deseo fóbico se especifica
como un deseo prevenido, es decir todo aquello que es del orden de la
“prevención” suscita el deseo en la fobia. Considerando la fobia no como una
entidad clínica sino un “cambia-vía” que puede girar hacia una histeria, una
obsesión o hacia la perversión.
(continuará)
Dr. Carlos Fernández del Ganso
Médico- Psicoanalista
Teléfono: 918830213 – 676242844
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