lunes, 1 de junio de 2009

PSICOANÁLISIS: VII- EL PSICOANÁLISIS COMO ARTE DEI NTERPRETACIÓN


La nueva técnica transformó hasta tal punto la impresión del tratamiento, creaba tan nuevas relaciones entre el enfermo y el médico y procuraba tantos resultados sorprendentes, que pareció justificado diferenciar de la catarsis, con una distinta denominación, el nuevo método así constituido. En consecuencia escogí para aquel procedimiento terapéutico, que podía ya ser extendido a muchas otras formas de la neurosis, el nombre de psicoanálisis. Este psicoanálisis era, en primer término, un arte de interpretación, y se planteaba la labor de profundizar el primero de los grandes descubrimientos de Breuer, o sea el de que los síntomas neuróticos eran una sustitución plena de sentido de otros actos psíquicos omitidos. Se trataba ahora de utilizar el material que procuraban las ocurrencias del paciente como si apuntara a un sentido oculto y adivinar por él tal sentido. La experiencia mostró en seguida que lo mejor y más adecuado que el médico analizador podía hacer era abandonarse a su propia actividad mental inconsciente, conservándose en un estado de atención constante; evitar en lo posible toda reflexión y toda producción de hipótesis conscientes; no querer fijar especialmente en su memoria nada de lo oído, y aprehender de este modo, con su propio inconsciente, lo inconsciente del analizado. Más adelante observamos, cuando las circunstancias no eran del todo desfavorables, que las ocurrencias del enfermo iban aproximándose, como alusiones y tanteos, a un tema determinado, de manera que nos bastaba arriesgar un solo paso para adivinar lo que a él mismo se le ocultaba y comunicárselo. Este arte de interpretación no podía, desde luego, concretarse en reglas fijas, y dejaba amplio lugar al tacto y a la habilidad del médico; pero uniendo la imparcialidad a la práctica se llegaba regularmente a resultados garantizables; esto es, a resultados que se confirmaban por su repetición en casos análogos. En tiempos en los que sólo muy poco se sabía sobre lo inconsciente, sobre la estructura de las neurosis y sobre los procesos psíquicos correspondientes, tenía que ser ya satisfactorio poder servirse de una tal técnica, aun cuando no poseyera fundamentos teóricos más firmes. Y aún hoy en día la desarrollamos de igual manera en el análisis, sólo que con el sentimiento de mayor seguridad y mejor comprensión de sus límites.

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